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viernes, 23 de mayo de 2014

Los 10 errores más comunes de los autónomos y las pymes


La crisis ha obligado a muchos a convertirse en su propio jefe y formar parte del colectivo de autónomos. Pero dar ese paso no está exento de riesgos. Para tratar de evitarlos, el experto en motivación laboral Mikah de Waart ha explicado las claves para evitar caer en esos fallos 

La crisis ha obligado a muchos a convertirse en su propio jefe y formar parte del colectivo de autónomos. Pero dar ese paso no está exento de riesgos. Para tratar de evitarlos, el experto en motivación laboral Mikah de Waart ha explicado las claves para evitar caer en esos fallos que también afectan a los que ya llevan unos cuantos años siendo empleados por cuenta propia. 

A grandes rasgos, se puede decir que todos los problemas tienen su epicentro en priorizar el dinero, y no saber vender. Pero en esta lista con los diez errores más comunes se cubren las principales carencias a las que se enfrentan los autónomos y cómo deben resolverlas. 

El primer problema es la falta de un plan de negocio detallado. Muchas veces el emprendedor se queda en la idea, ya que piensa que es la mejor. Creerlo de esta manera sin salir antes a la calle a comprobarlo puede tirar parte del trabajo hacia atrás. Lo más eficaz es asegurarse de que la iniciativa tenga la aceptación por parte de la población para comprobar su viabilidad. 

La necesidad de un capital inicial también es otro lastre. Este experto recomienda que en los inicios no se busque ni capital ni inversores. La inmensa mayoría de los proyectos se pueden empezar sin inversión inicial o con una muy reducida. Si piensas que lo primero que necesitas es capital tu idea no es buena, comenta Mikah de Waart. Nadie va a invertir en una idea buena o en una bonita presentación Power Point. Solamente van a invertir en un producto que ya se ha demostrado que se puede vender y que se ha vendido. 

Aunque la mayoría piensen los contrario, realizar un estudio de mercado previo tampoco es la solución a nada. En la mayoría de los casos basta con hablar con los primeros clientes para darse cuenta de que puede que nuestra idea necesite un enfoque diferente al que se pensaba. Por tanto, invertir en costosos estudios de mercado no aportan nada que no pueda hacerse en unas pocas conversaciones. 

En el mundo actual parece que si algo no viene de Internet y de las redes sociales no sirve. Esta circunstancia no siempre es la más aconsejable. Un negocio no debe centrarse solo en el mundo online. Este medio puede ayudar a impulsarlo pero el trato directo con el consumidor siempre ayuda mejor para mantener las relaciones y para entender sus necesidades. 

Tampoco es aconsejable quemarse. Si un autónomo no se cuida desde el punto de vista emocional, difícilmente va a ser capaz de vender un producto o servicio. En la misma línea encontramos el siguiente obstáculo: tener miedo o no saber vender. El experto asegura que comenzar con dudas un proyecto es lo más lógico pero tener miedo o no saber vender es un error. A todos nos asusta no saber cómo irá la iniciativa pero para asegurar su éxito se debe saber cómo vender y presentar el producto o servicio. Se trata de una mezcla entre actitud y conocimiento de las necesidades del público a quien vayas a dirigirte. 

Confiar en los amigos tampoco es la panacea. Normalmente ellos solo te van a decir si la idea no funciona, cosa que no ayuda en absoluto. Ir a buscar desconocidos te saca de la zona de confort y ayuda a superar el miedo a salir y empezar a vender. 

Ocho: con ser un buen profesional no es suficiente, también hay que tener conocimiento del mercado al que nos vamos a dirigir. 

El penúltimo problema se basa en no disfrutar de lo que se hace y llevarlo a cabo solo por ganar dinero. Para Mikah lo más importante es buscar una actividad que te atraiga y convertirla en un plan de negocio rentable. 

El último error es pensar que con la actual base de clientes se puede sobrevivir. Si llevas años en el mercado es posible que te fíes demasiado de tus clientes. A diario se pierden grandes cuentas que suponen problemas de liquidez para la empresa y conllevan un sobre esfuerzo para encontrar nuevos clientes. La facturación de muchas personas depende de uno o dos clientes importantes. Reserva tiempo para ponerte en contacto con clientes nuevos. Si dejas que se te vaya un cliente, tardarás fácilmente 6 meses en recuperar el dinero de otros nuevos, 3 meses para encontrar un cliente nuevo y 3 más para cobrar tu primer trabajo. 

Solo cumpliendo estos principios se puede evitar caer en las trampas que todo emprendedor se encuentra cuando quiere levantar un negocio de cero.


Escrito por: Rafael Pascual
Publicado en: Qué es.net